🌟 Limpieza profesional para empresas, comunidades y hogares. ¡Pide tu presupuesto sin compromiso! 📞 93 818 38 15

Errores comunes al limpiar la cocina y cómo evitarlos

La cocina es uno de los espacios que más se ensucia y, curiosamente, también uno de los que más se limpia…
Pero aun así, muchos hogares cometen pequeños errores que hacen que la cocina nunca quede tan limpia como podría, o que se ensucie mucho más rápido.

Hoy te contamos cuáles son los fallos más comunes y, lo más importante, cómo evitarlos con trucos sencillos que usamos los profesionales.

1. Limpiar solo lo que se ve

Uno de los errores más habituales es centrarte únicamente en las encimeras o en la superficie de los muebles. A simple vista parecen las zonas más sucias, pero la realidad es que la cocina acumula grasa y restos de comida en lugares que ni pensamos: laterales, tiradores, zócalos, interruptores, la parte inferior de los muebles o incluso la campana extractora.

Cómo evitarlo:
Incorpora en tu rutina un pequeño “repaso extra” a estas zonas menos visibles. No tiene que ser una limpieza profunda cada día, pero sí dedicar unos minutos a pasar un paño por estos puntos estratégicos. Te sorprenderá lo mucho que cambia la sensación de limpieza cuando cuidas estos detalles que normalmente se pasan por alto.

2. Usar el mismo paño para todo

Este error es un clásico: usar un solo paño para encimeras, fogones, mesa y cualquier superficie. Al hacerlo, la grasa y la suciedad no desaparecen, simplemente se van desplazando de un sitio a otro.
Además, el paño se satura enseguida, pierde eficacia y puede dejar más marcas de las que quita.

Cómo evitarlo:
Ten varios paños destinados a diferentes zonas: uno para encimeras, otro para fogones, otro para electrodomésticos… Y cámbialos cada poco tiempo.
Los paños de microfibra son los que utilizamos los profesionales porque arrastran mejor la suciedad, dejan menos marcas y necesitan menos producto para limpiar bien.

3. Olvidarse de la campana extractora

La campana es, probablemente, la zona más olvidada de toda la cocina… y la que más grasa acumula.
Cuando los filtros están sucios, la campana pierde eficacia: extrae menos humo, el olor a comida dura más horas y la grasa termina depositándose por toda la estancia. Es un círculo vicioso.

Cómo evitarlo:
Limpia los filtros cada 2–4 semanas, dependiendo de cuánto cocines. Sumergirlos en agua caliente con desengrasante durante unos minutos suele ser suficiente para dejarlos impecables.
Mantener la campana limpia no solo mejora la higiene: también prolonga su vida útil y mejora la calidad del aire en casa.

4. Pasar por alto los pequeños detalles

En la cocina, los pequeños detalles marcan una gran diferencia.
El pomo del horno, las rejillas, las juntas del microondas, los bordes de la vitro o incluso los botones del extractor acumulan grasa y restos que, al no verse, vamos ignorando sin querer.
Con el tiempo, estos puntos se convierten en focos de suciedad muy visibles cuando ya es tarde.

Cómo evitarlo:
Ten siempre un cepillito pequeño —puede ser uno de uñas o un cepillo de dientes viejo— reservado solo para estos rincones. Ayuda a llegar donde el paño no entra y deja un acabado mucho más profesional.
Un minuto dedicado a estos puntos cada pocos días evita que la suciedad se acumule y hace que toda la cocina parezca mucho más limpia.

💬 Consejo profesional:

La clave para tener una cocina realmente limpia no es dedicarle horas, sino seguir una rutina inteligente: limpiar con el método adecuado, usar los productos justos y no olvidar las zonas que normalmente pasamos por alto.

Y si lo que necesitas es una limpieza profunda, desengrasado profesional o dejar tu cocina como nueva después de una reforma o mudanza, nuestro equipo puede hacerlo por ti con maquinaria y productos especializados.